En busca del profesor ideal (entre la utopía y el reto didáctico) #1 Notas sueltas
Acabo (o mejor dicho, acabamos) de hacer una tormenta de ideas, dentro del grupo del Instituto Cervantes de Nápoles #ENSELENA 2022, sobre este tema: qué, quién, cómo es el profesor - de ELE/de idiomas - ideal. Nos preguntamos sobre cómo individuarlo en la muchedumbre, cómo llevar a cabo un proceso de selección de "los mejores" si ello dependiera totalmente de nosotr@s, es decir, si tuviéramos el mando de la renombrada academia Innovadora que los precisa para su inmediata incorporación. Hubo muchas (buenas) ideas, y algunas de ellas se repitieron en casi todas las descripciones de l@s participantes. En resumidas cuentas, diría que las palabras clave fueron formación especializada por un lado (el relacionado con los requisitos formativos imprescindibles), y por otro lado (el relacionado con las aptitudes), pasión (expresada en tantas facetas como participantes) y en el medio (en el amplio sentido del término) el reconocimiento de la imprescindibilidad de, por lo menos, dos factores que ya forman parte de nuestro imaginario docente: la inteligencia emocional (destacando la empatía) y la actitud positiva frente al aprendizaje permanente.
Todo lo que hasta aquí se ha resumido (aunque muy de paso) - lo poco que cabe en unas notas sueltas - no agota, ni de lejos, el tema. Todos los atributos y rasgos mencionados, pues, me parecen muy acertados, la verdad, pero considero que hay algo (¿acaso mucho?) más, y que debe de poseer también atributos más "ocultos" ese nuestro docente ideal (con tal que exista el/la docente ideal y no sea él/ella, más bien, el conjunto feliz de sus ideales), puesto que, al fin y al cabo, siempre será verdaderamente ideal para su alumnado quien lo anime - y ahí está el arte* - a seguir asumiendo el reto de aprender, dentro y fuera del aula. Y "nada" más. Así que me doy cuenta de que he acabado colocando mi docente ideal entre la utopía y el reto didáctico permanente...
* No por casualidad, de hecho, Daniel Cassany ha titulado su reciente ensayo El arte de dar clase (según un lingüista)...
¿Ha cambiado en algo tu visión en estos meses? Me encantaría conocer tu reflexión sobre este punto
ResponderEliminarHola, Teresa... Gracias por tu pregunta. Trataré de contestar, dentro de unos días, en otro post que ya tenía pensado dedicar, como actualización, a la cuestión que planteas ;)
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