En el río de la lengua española #1 Bienvenida

¡Bienvenid@s!
Soy Gabriele Mancini, licenciado cum laude en Lengua y Traducción española por la Università degli Studi della Tuscia di Viterbo (Italia).
Desde comienzos del siglo XXI, buceo en la lengua castellana, es decir, empecé durante mi bachillerato, bajo la guía singular del profe cubano Juan, mi primerísimo docente de ELE, al que quiero recordar gratamente. (Pero la verdad es que no sé si buceé en ella en alguna vida previa también, pues tanto sabe cautivarme en la presente que - sentimentalmente - no lo puedo excluir).
Mi primer logro lingüístico certificado fue el DELE Nivel B1, conseguido en Roma, y mi primer tropiezo lingüístico certificado, también ocurrido en Roma, fue un suspenso (en rigor: "No apto") en el DELE Nivel B2, por menos de un punto (¡también es mala pata!) en la calificación de la siempre perfectible competencia gramatical.  
Luego descubriría que siempre - ¡siempre!, estoy cada vez más convencido - hay mucho espacio de mejora, y que sobre todo puede haber diferencia (eso nos lo dice la didáctica de lenguas modernas) entre actuación y competencia (los anglosajones hablan de performance versus competence): acercar estos dos puntos de nuestro propio mapa lingüístico (en su vertiente formal, comunicativa, emocional, con un largo etc.) constituye precisamente, en mi parecer, uno de los objetivos primordiales de cualquier camino de enseñanza-aprendizaje.
Algunos años después conseguiría el DELE Nivel C2, tras mis estudios Erasmus en la bella y antigua ciudad vallisoletana (en la que vivía don Miguel de Cervantes - al que podéis admirar en la imagen de fondo - cuando, en 1605, vio la luz la primera parte de El Quijote). Fue aquél, para mí, otro logro lingüístico, y claro, otro punto de partida.
Y bueno, aquí estoy, felizmente, y sigo navegando por las aguas hispánicas, y lo hago tanto desde la perspectiva del traductor, como desde la (ya permanente) del estudiante-investigador y, finalmente, desde la del aprendiz de docente de ELE.
Muchos navegantes caben en este río caudaloso - ¿incluso inagotable?, me planteo fascinado y atemorizado a la vez - que es el idioma español.

Comentarios

  1. ¡Muy bonito, Gabriele, o, perdón, GabriELE! ¡Ya es casualidad jajaja! Estabas predelestinado...

    ResponderEliminar
  2. Jeje, gracias Teresa :) Por eso también digo que este idioma me tiene cautivado... Hay que aceptarlo. ¿Nomen omen? Quién sabe...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Tu aportación aquí se valora muy mucho!

Entradas populares de este blog

En busca del profesor ideal (entre la utopía y el reto didáctico) #1 Notas sueltas

Todavía en busca del profesor ideal... #2